El Servicio de Correos y Filatelia es el operador postal designado por el Estado de la Ciudad del Vaticano para la prestación del servicio postal universal.

Con la adopción de la presente Carta, el Servicio de Correos y Filatelia se inspira en los siguientes principios:

- Simplificación y transparencia en la información sobre los servicios ofrecidos a la clientela;

- Igualdad e imparcialidad, prestando nuestros servicios, en igualdad de condiciones, sin discriminación alguna y de forma uniforme en todo el territorio nacional, en la medida en que lo permitan las limitaciones jurídicas y técnicas eventualmente existentes;

- Eficiencia y eficacia, comprometiéndonos a ofrecer una respuesta cualificada y competente a las necesidades de la clientela y del mercado, también mediante la adopción de soluciones tecnológicas y organizativas idóneas;

- Facilitación de las oportunidades de contacto, mediante la previsión de múltiples canales que permitan a nuestros clientes presentar sugerencias o reclamaciones.

La Carta de Calidad de los Servicios proporciona a los usuarios información clara y sencilla sobre las modalidades y características de los servicios —incluidos y no incluidos en el servicio universal— que se ofrecen al público. En particular, con el fin de garantizar la máxima claridad y transparencia, para cada servicio se indican aspectos que aseguran la comprensibilidad de la información y de la comunicación publicitaria, así como la posibilidad de comparar los distintos servicios.

Asimismo, la Carta de Calidad de los Servicios permite a los usuarios conocer fácilmente las modalidades para presentar reclamaciones y solicitudes de reembolso o indemnización en caso de irregularidades. El texto completo se encuentra en el anexo inferior y está disponible en las oficinas del Servicio de Correos y Filatelia.

En la presente Carta de Calidad de los Servicios se indican —para todos los servicios— los objetivos de calidad y los plazos de entrega previstos.

Los indicadores de calidad representan los plazos dentro de los cuales se prevé la entrega de los productos al destinatario (en el caso de envíos dirigidos al Vaticano) o al operador postal designado del país de destino (en el caso de envíos internacionales), a partir del momento de su aceptación o recepción.